Me he dado cuenta de que, en los últimos días, te he estado contando mis problemas, mis preocupaciones, mis inquietudes...y quizá me haya puesto demasiado pesimista y pesado con todo ello. No es fácil salir de casa y, menos aún, salir solo, sin madre, ni padre, ni perro que te ladre.
Hoy me he levantado renovado y he decidido hacerte una ruta turística por la ciudad, por la gran ciudad de Londres. Sé que eres un papel y que te interesa bien poco lo que te pueda contar...más que nada, por tus limitaciones a la hora de hacer turismo ¬¬. Pero, quién sabe, a lo mejor dentro de unos años alguien me lee y utiliza mis consejos para empaparse de este mágico lugar.
Aquí va la primera parada obligatoria...Buckingham Palace.
Es uno de los lugares más emblemáticos de Londres, primero porque es la casa de la reina de Inglaterra y, segundo, por el tradicional (y aburrido) cambio de guardia que, cada mañana, hacen los Beefeaters, los gorilas de la reina. Suele durar unos 40 minutos y, además de gritos y soldaditos de plomo, se pueden ver cientos y cientos de turistas que se matan por tener una foto original (qué ironía) del evento.
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